miércoles, 1 de octubre de 2014

UNA SEMANA PARA EMPEZAR LA CONQUISTA DE VALENCIA


Queda una semana para partir hacia Madrid para afrontar un nuevo reto. 

La verdad que un sueño de los buenos hubiera sido el participar en la Powerade Madrid-Lisboa de 770km con la bicicleta de montaña con un máximo de 55 horas. Pero no pudo ser. Las tiradas largas del verano con la btt eran para eso. Pero gracias a que me dieron la Comisión de Servicios, el cambio de instituto me impidió ni plantearme el poder ir por los días de permiso, pero lo bueno es que ahora trabajo al lado de casa.


Pero cuando se cierra una puerta hay que intentar abrir otra, no hay que quedarse dentro. Madrid Valencia en un mismo día también lo he pensado muchas veces. Unir la capital de España con la capital de mi Comunidad Valenciana, pero en un solo día, y encima el día 9 de octubre, día de la Comunidad Valenciana.

Vista del pueblo de Cortes de Pallás y la central.
Pero va a ser duro. El miercoles 8 trabajaré por la mañana, un poco de siesta y a poca tarde partiremos hacia Madrid, y sin dormir, entre las 00:00h a las 02:00h del día 9 partiremos hacia Valencia, para afrontar los 400km previstos.

Van a ser muchas horas de noche, pero es que las horas de sol ya van siendo cada vez menos. Muchas horas de esfuerzo para poder llegar a Valencia antes de que se vuelva a poner el sol.

Todas las pruebas de este año, y esta también, tienen un por que, que el año que viene espero poder realizar.
Lo bueno de todo esto también son los entrenamientos. Esta semana pasada han sido menos los kilómetros, llegando a 337,2km, pero si los sumo a la semana anterior 552,89km, suman 889,49 kilómetros en dos semanas.

Y todos intentando volver a disfrutar de la bicicleta y visitando lugares nuevos. A destacar este último sábado la ruta por Otonel. Espectacular, preciosa, dura, solitaria. 

Me gusta todo esto, pero también poder ayudar a la gente, por eso el KMO Non Stop Madrid-Valencia vuelvo a colaborar con la Fundación Cárpio Pérez a través de Un Kilómetro Una Sonrisa.

La espinita que me queda es que no llegan las donaciones para conseguir lo que demandan estas fundaciones. 

Pero por mi parte continuaré esforzándome en conseguir mis sueños, pero a la vez que muchos niños y personas necesitadas puedan tener algo con que soñar.

Ayudemos a soñar

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