A pocos días de afrontar el próximo reto Madrid-Valencia Non Stop, el sábado pasado tocó participar en la marcha de Llombai, la Transaledua 2014.
La marcha fue anulada el pasado 7 de septiembre por la alerta de incendios y altas temperaturas en la Comunidad Valenciana. Y ese día fue justo el que me caí y me golpee en las costillas, que aún duelen.
Después de una semana pasada por agua, el miércoles me calló el diluvio todo encima, la idea era de no participar en la marcha y poder hacer un largo con la bici de carretera. Con esa idea el viernes me puse las zapatillas y hice 20km corriendo, para ir cogiendo algo de fondo a pie.
Pero cuando llegué a casa tenía un mensaje de mi amigo Quique. Puf, puf. Mañana a la marcha. Pero no podía dejar de hacer una tirada larga, por eso por la mañana salí con los compañeros del Club Ciclista Guadassuar un total de 107km.
Al llegar a casa, comer, descansar un poco y a la marcha. Antes de empezar me dolían ya las piernas por la sesión de running del día anterior y por la salida de la mañana, pero tenía ganas de disfrutar con la btt, aunque con cuidado para no caer y tirar al traste el reto de pasado mañana.
Todo apunto y la salida controlada. ¿Controlada?. A 45km/h con la btt, y en la segunda curva ya montonera por la parte delantera. Decidimos salir tranquilos y disfrutarla. No tengo la explosividad para estas salidas tan fuertes, pero al poco ya me pongo a mi ritmo diésel y es cuando empiezo a recuperar posiciones.
Una pasada de ruta y muy divertida. Da gusto pedalear cerca de casa y que siempre te enseñen lugares nuevos por los que disfrutar.
Al final el cuerpo respondió bastante bien, aunque muy cansado llegué a la tarde para realizar una prueba tan corta y explosiva como esta. Pero no estuvo mal, llegando el 46 de 280 participantes.
Cuando termine la Conquista de Valencia voy a volver a disfrutar de la montaña, toca calzarse las zapatillas de trail y las de la btt.
Que diferente es la montaña del asfalto, aunque los dos me gustan mucho.
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