miércoles, 7 de junio de 2017

7 PICOS REQUENA. SUPERACIÓN

7 picos, 192 kilómetros, +3.295m positivos.

Esto era y es la marcha 7 Picos en Requena. Una marcha exigente, dura, pero también preciosa y divertida.

En principio tenía ganas de participar los meses anteriores, pero como no iba ningún compañero del Club Ciclista decidí no incluirla en mi calendario. Pero la misma semana hablé con Jose Rios y me dijo que si que iban; así que con las inscripciones ya cerradas puse la maquinaria en marcha para poder participar en esta espléndida marcha.

Finalmente, uno de mis compañeros de Lactatum me cedió la inscripción y pude cambiar de nombre la misma y poder participar.

Pero va la crónica. 5 de la mañana, desayuno, cargar bicicletas y desplazarnos a Requena. Nos vamos Jose, Edwin y yo. La verdad es que tenía ganas de probar mi ritmo crucero en la marcha, pero cuando Jose me dijo si la hacíamos los tres juntos, lo primero es que no me podía negar, y lo segundo es que sabía que iba a sufrir mucho más. Es una división por encima de la mía, pero también se agradece intentar que te expriman para poder estar más cerca de ellos.

Y como no antes de comenzar una pasadita a las piernas de la crema de calentamiento de Madform. Para mi primordial por el poco calentamiento que hay antes de una prueba de este tipo y por los altos ritmos a los que empiezas.

Y salimos. Difícil estar los tres juntos en esta zona, pero intentando tener siempre en vista a mis compañeros. Pero continúo sufriendo mucho en los inicios. Hasta que las piernas no se me ponen en el sitio sufro mucho. Y encima acelerón, frenazo, acelerón, frenazo... y así los 15-20 primeros kilómetros. Y es aquí donde veo que Jose y Edwin van un poco por delante, pero casi me alegro por que no me notaba muy bien.

En nada comenzamos el primer puerto, el alto del Negrete. Ya por fin empiezo a tener buenas sensaciones y me pongo a subir a mi ritmo, Edwin lo veo un poco por delante, pero decido seguir a mi ritmo, que esto es muy largo. En nada estamos arriba y a disfrutar de la bajada. Mola mucho, encima me encuentro más cómodo ahora bajando, y esto también se entrena. Pero lo más alucinante la bajada al embalse de Benagéber. Uf, valla descenso; pero siempre con precaución por que el tráfico estaba abierto.

Después de pasar por la presa tocaba el puerto de La Mataparda. Me encanta este puerto, ya que en todo momento se ve la carretera subiendo, pero sobretodo por las geniales vistas que tiene al pantano y a todas las montañas. Antes de coronar, en el primer avituallamiento, estaban esperándome Jose y Edwin. Madre mía, sabía que ahora me tocaba sufrir y de lo lindo. 

En nada, después de una rapidísmia bajada llegamos a pie del puerto del Remedio. Madre mía que puertaco. Decido subir a mi ritmo, por que al de ellos era imposible. Pero estoy disfrutando mucho de las subidas, no en vano llevamos casi toda la temporada entrenando desnivel. Y poco a poco hasta arriba, y desde allí ya tocaba afrontar los falsos llanos, subidas y la subida al puerto de Las Peñas de Dios. Aquí tocaba sufrir.

Y así fue, hacia arriba me costaba un poco seguirles, pero en llano y bajadas el ritmo a partir de aquí fue espectacular. Esta zona fue rapidísima, pero muy dura, y yo al menos sufrí de lo lindo para poder aguantar en el grupo. Pero algo esta cambiando en mi cabeza que cada vez estoy sabiendo sufrir más para poder aguantar en los momentos más duros.

Después de 30km de bajada muuuy rápida llegamos a pie de los tres últimos puertos que van consecutivos: Chulilla, Chera y Requena. Comenzaba un sofocante calor, pero era cuando mejor me estaba encontrando. De aquí hasta el final me encontré con muchas fuerzas y muy bien. Poco a poco subimos los tres puertos, y en el final hasta Requena me puse delante con la locomotora en marcha con muchísimas fuerzas y con ganas de más. Terminé mucho mejor de como había comenzado.

Me quedo muy satisfecho del rendimiento y saber que aún vamos a mejorar, y mucho, de cara a la Quebrantahuesos y las 24h de Cheste. 

Satisfecho de un trabajo bien hecho; y sobretodo por la compañía. Gracias Jose y Edwin, hicisteis que me superara.