Pues la verdad es que no se lo que hacen los demás, pero yo intento realizar aquellos que recuerdo al levantarme.
Muchos son los sueños que tengo, y la mayoría parecen inalcanzables; pero también se los que son difíciles, pero que a la vez podré conseguir.
En menos de tres días tocaba hacer un reto/entrenamiento de cara al Ultraman Toroman del próximo mes de octubre.
La tarea no era nada fácil. 4km de natación, 400km de bici y rematar con la maratón de Barcelona.
Y la verdad es que he cumplido mis espectativas deportivas con mucha nota. No soy yo quien va a juzgar mis tiempos, por que no es lo que más valoro en el deporte; pero con lo que si que me quedo es con las sensaciones.
Sensaciones de haber nadado como nunca, de haber pedaleado como nunca antes, y de haber corrido como nunca imagine. Y todo ello sin dar todo lo que tenia dentro, siempre controlando mi cuerpo para ir guardando. Mucho es lo que queda para este año, pero me noto con mucha energía y mucha fuerza.
En el Toroman no se que pasará, aunque lo que si que se es que lo voy a disfrutar. Ha sido un test genial que me deja con saber que los deberes los estamos haciendo muy bien hechos, los deportivos, pero también los nutricionales. Mucha parte de la culpa de estos tres días la tiene Andrea Ferrandis. Dos meses haciéndole caso casi a rajatabla me hay llevado a estar más fino, pero sobretodo con más fuerzas y mejor estado durante este reto.
Lo que venga a partir de ahora ya se verá. Pero me quedo con estos tres días en los cuales mi cuerpo me ha asombrado a mi mismo.
