miércoles, 26 de octubre de 2016

ULTRAMAN TOROMAN. DAY 1. NERVIOS, INCERTIDUMBRE Y ACCIÓN.


Y al fin llegó. Desde la anulación del DID Spain, en el 2014, lo que más tengo miedo en este tipo de pruebas es llegar a la salida. Parece mentira, pero me parece mucho más complicado el estar en ella que en la meta. Muchas horas de entrenamiento, de sacrificio,... y curarte de no tener ninguna lesión ni ningún imprevisto para estar allí para poder disfrutar de una prueba tan extrema.

Pero el mes anterior fue bastante complicado. Comenzar las clases en el instituto, mis hijos que a su vez cambiaban de etapa educativa con lo que ello conlleva, y encima el peque a la guarde. Muy complicado el gestionar el tiempo, y con las reuniones en el instituto más aún. Encima la complicación para encontrar los compañeros para que me hicieran de asistencia durante el ultraman. Todo se complico, y si os digo la verdad, el fin de semana anterior a la prueba no tenía ganas ni de comenzar; mi mente estaba más en otro sitio que en el ToroMan. 

Pero como siempre pienso en positivo, "Si un problema tiene solución, tranquilo que tiene solución; si un problema no tiene solución, tranquilo que no tiene solución". El lunes de la semana del ultraman se comenzó a solucionar todo, y así ya me pude centrar en la prueba.

El miércoles toco realizar el viaje a San José de la Rinconada, a escasos 15km del centro de Sevilla. Me gusta tener todas las cosas controladas en este tipo de pruebas y que mi mente no esté dispersa, el estar mi familia a mi lado me tranquiliza y me encanta.

El jueves ya realizaron el viaje mi entrenador Rubén Gadea y, mi amigo y compañero de club, José Severí. Mientras tanto yo y mi familia disfrutamos de una mañana por Sevilla visitando el centro y ya pensando en la charla técnica de la tarde.

Y aquí comenzó el ToroMan. Recogida de dorsales, preparar el material... y charla técnica. Que nervios pero que tranquilidad a la vez, ya estábamos al 100% dentro de la prueba. Pero valla charla. Nos describen los circuitos del primer día, la natación bien, ¿pero la bicicleta de montaña?. Madre mía, sendas técnicas, recorrido muy duro, zonas a pie, cancelas, con posibilidad de circular entre los toros... Y "la cuesta de los Toros", y ahí nos advierten que los más posible es que estemos junto con los toros, pero que tranquilos, que no hacen nada. Madre mía. 

Pero yo ya estaba con muchas ganas de comenzar, de demostrar todo lo que nos habíamos praparado junto con mi entrenador Rubén Gadea y mi nutricionista Andrea Ferrandis. Lo único que tenia ganas era de ponerme el neopreno, entrar al agua y comenzar a nadar.

DAY 1. 10 km SWIM - 110 km BTT

Muy nervioso, con mucha incertidumbre... pero con ganas de estar en el agua. Que ilusión ponerse el neopreno, pero también concentración por que vienen 10km por delante de natación y cualquier roce lo podría pagar durante el resto del ultraman. Y entrevista en Teledeporte para comenzar el día. 

Suerte para todos los compañeros y por fin al agua. No os podéis ni imaginar que tranquilidad en las primeras brazadas. La suerte ya estaba echada, ahora solo tenía que demostrar que estaba preparado para una prueba de esta magnitud. 

La natación se realizaba en el Parque de las Graveras, un lugar idílico para los amantes del triatlón y el deporte en general. Sobre un circuito de 1km, teníamos que dar 10 vueltas. Pero en ningún momento estuve a gusto. En las tres primeras vueltas me perdía, no me guiaba por las bollas y en muchos momentos tuve que parar a esperar a algún compañero o mirar por donde tenía que ir. Encima no se lo que me pasaba que no mantenía la línea recta en ningún momento. Durante los 10km estube mirando hacia delante cada 6 brazadas. Era un freno importante, pero era eso o desviarme muchísimo. No se por que me sucedía, pero ya tengo una cosa más para aprender y mejorar.

A partir del tercer kilómetro perfecto. Concentración, técnica y a pasármelo bien. El cuerpo me respondía muy bien y me encontraba muy a gusto. Vuelta tras vuela cada vez iba mejor. En el km8 habíamos quedado en tomar un gel, pero vi que en el 7k ya me pedía mi cuerpo energía. Y las tres últimas vueltas comenzaban a pesar. Había llegado al km 7 con poco más de 2 horas, que sin descanso de nadar ya van pesando. Pero sabía que en nada terminaría mi primera parte del ultraman. Con muchas ganas cogí la última vuelta, aunque sabiendo todo lo que tenía que hacer para preparar mi cuerpo para la salida del agua y afrontar los 110km de bicicleta de montaña. ¿Y lo mejor? Salir del agua y ver a mi mujer, mi madre y mis peques allí animándome a tope. Esto te da alas.

Y ahora 110km de bicicleta por la montaña. Es lo que más miedo me daba del ultraman. Salir de nadar con las extremidades superiores cansadas y coger un bicicleta de montaña me asustaba. Pero ya des del principio me dí cuenta que no iba a tener problema, así que comí, me hidraté bien y con un ritmo crucero alto pero sin pasarme a disfrutar de la bicicleta tocaba.

Por cierto, enorme el trabajo de Rubén preparándome todo el material y de Jose Severí preparándome todos los tracks y dejándome la Giant a punto para la batalla. Muchas gracias chicos.


La primera parte de la bicicleta de montaña era muy rápida y fácil, esperando que llegara la acción. Y de pronto llegó con la zona del Camino de Santiago. Preciosa, divertida, chulísima... de verdad que pensé seguir hacia Santiago y ya vendrían a por mí. Y en poco llegamos a Castillblanco de los Arroyos donde tenía por primera vez a mi equipo y mi familia. Allí repuesto de todo y comienzo un bucle precioso por el interior de la Sierra Norte. Pasar por las dehesas, y al final por desgracia sin toros, por que hubiera molado, era impresionante. Me encantó, aunque la dureza del recorrido comenzaba hacer mella, pero me lo estaba pasando tan bien que ni me importaba.

Al terminar el bucle me dice Rubén que voy el 4º. Madre mía, sabia que iba bien, ¿pero tanto?, y encima tenía a algún compañero por delante no muy lejos de mí. Otra vez carga de energía y a por el final. Y otra vez a disfrutar. La ruta del agua fue preciosa y muy divertida. Dura y exigente pero maravillosa, aunque con casi 8 horas de esfuerzo el cuerpo notaba el cansancio. Último avituallamiento y tocaba remar otra vez a tope en busca de la meta del primer día. 

Finalmente llegamos al final con un sexto puesto, que era lo menos importante, y con menos de 9 horas. Alucinante y cosa que nos dio mucha confianza para los dos días siguientes.

Muy orgulloso de Rubén, estábamos demostrando que habíamos hecho un trabajo fabuloso, estábamos en uno de los ultraman más duros del mundo, si no el que más, y estábamos ahí delante junto con los mejores triatletas de ultradistancia. Y que decir de la alimentación. Todo perfecto, asimilación de sales, de geles, la hidratación... esto pintaba muy bien; pero aún quedaban dos durísimos días por delante que nos tenían que llevar a dar lo máximo de nosotros. Nadie dijo que esto sería fácil, si no al contrario, pero estábamos preparados.

Ahora tocaba recuperar fuerzas, y valla sorpresa me tenía preparada el mister; me pone en la bañera con agua fría y llena de hielo, y para rematar la crema de Doble Potencia de Madform. Yo creo que llegamos a la tercera potencia. Pero había que recuperar lo antes posible y sobretodo bien. Luego te das cuenta que cuanto menos cosas dejas al azar más cerca estas de conseguir el éxito.

A jugar con los peques, descansar y mañana será otro día. 7 km de neutralización y posteriormente 285km con más de 4.200m positivos. No iba a ser fácil, y se demostró que no lo fue. Pero la cabeza, el cuerpo y la mente estaban al 100% para seguir dando lo mejor de mi mismo.