El sábado 6 tocaba la etapa reina de la Volta a la Comunidad Valenciana Solidaria, no por distancia, pero si por la orografia del terreno. 141,3km teníamos por delante y 4 puertos me esperaban en los 110 últimos kilómetros de la etapa; el primero de 3ª categoría, dos siguientes de 2ª categoría, y para finalizar el temido Xorret de Catí de 1ª categoría.
Como todos los días, después de un muy largo traslado hasta el punto de salida nos dispusimos a partir. En esta etapa mi compañero Jose me dejo en Orihuela y él se fue a Castalla para volver en sentido contrario a la etapa y posteriormente terminarla los dos juntos.
La verdad es que la etapa la comencé con mucha energía dentro del cuerpo; los bocatas de tortilla de patatas de la mamí dan más energía que un sándwich de nocilla.
Las piernas se encontraban muy bien, pero el viento comenzó a soplar bastante en contra en la primera parte del recorrido. Alguna subida sorpresa por ahí escondida me hacía recordar las dos etapas anteriores y la falta de descanso de estos días. Pero en poco ya estábamos en el primer puerto.
El Alto de la Garganta, que no se si estaba subiendo por una carretera o por un circuito de motos. Madre mía como iban por allí. Había uno con los colores de Movistar en la moto que parecía que estaba haciendo una carrera de Moto GP. Un puerto largo y con la pendiente bastante contínua entre el 5-6%; y encima la bajada un par de kilómetros y otra vez a llanear.
A pies del puerto del Alto de Maigmó ya me coge Jose, este puerto me pareció con menos desnivel que el anterior, pero la verdad que era un poco más largo. Aquí parecía que habían soltado a todos los ciclistas de la zona, aunque también cabe decir que estábamos muy cerca de Castalla y muchos estaban aprovechando para hacer tiempo hasta la venida de los pros. Muy chulas las carreteras y muy tranquilas, la verdad es que desde Aspe daba gusta pedalear por estas carreteras.
En poco hicimos el primer paso por Castalla y comenzamos el bucle que posteriormente nos llevaría otra vez a la localidad para afrontar la subida a Xorret de Catí. Pero antes tocaba la subida al Puerto de Canalí. Lo había hecho en sentido contrario en el duatlón de Banyeres, pero me encantó la subida por esta cara. Poco a poco seguimos subiendo hasta terminar y afrontar la bajada; aunque después tocaba otro puertecito, que no estaba catalogado como nada, pero que también tubo su miga. Bajada rápida hasta Ibi y ya dirección Xorret de Catí.
Madre mía que puerto, casi todo el rato por encima del 12%, de hecho esta pendiente parecían descansos, y mucho mucho tiempo al 18% - 20% - 22%, y hasta el 24% vi que se ponía. Pero ya estaba lleno de gente y molaba mucho, continuamente hablando con todos, la gente animándote, preguntándote... y alguno que también me reconoció, jajajaja. Que lástima que la gente no supiera lo que estaba haciendo y el por qué. Lo disfruté mucho, y luego la bajada a meta.
En poco más de 6 horas llegamos a la línia de meta de la cuarta etapa, y ya solo estábamos a 1 de conseguir el reto. La verdad es que esta etapa se me hizo muy corta, el cuerpo se estaba habituando y a cada día que pasaba me encontraba mejor. Pero a ver que pasa con la última etapa en Valencia.
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