Hoy es el día Mundial de las enfermedades raras, pero me gustaría más la verdad que se dijera minoritarias, ya que a casi nadie les importan.
Un día como hoy en mi cabeza se mezclan muchas sensaciones y preguntas, porque realmente no se si son ellos los raros o nosotros.
Desgraciadamente estas enfermedades afectan principalmente a los niños, y como son pocos, ni a las farmacéuticas ni a los estados les interesa lo más mínimo, ya que esto no les va a reportar beneficios económicos.
Estamos en un mundo que lo más importante es el dinero y el poder. Lo realmente fundamental es vivir uno bien, y cuando lo consigue los demás ya se apañarán, ya no importa tanto.
Siempre pensamos de la gente que viene de fuera va a quitarnos lo nuestro. Pero, ¿que nosotros no haríamos y hacemos lo mismo?, ¿no buscamos una vida mejor?, ¿no buscamos lo mejor para nuestros hijos?.
No se, creo que estos niños no son los raros; estos niños estan malitos, y el único problema es que no nos interesan porque no son los nuestros. Mientras a nosotros no nos afecte un problema no vamos a buscarle ninguna solución, pero no nos damos cuenta que buscando la solución al problema de los demás, igual algún día estamos teniendo la solución para el nuestro o el de alguno de nuestros hijos.
Cada vez estoy más cansado de todos los temas que nos hacen peores y nos alejan, como la política y la economía. Espero que algún día nos demos cuenta de que somos todos iguales, que ayudando a los demás nos estamos ayudando a nosotros mismos.
Mucha utopía hay en mi cabeza, pero es que no me quito la imagen de todos estos niños que nos necesitan fácilmente.
Ellos son el motor para muchos de mis retos, pero sobretodo para enseñar a mis hijos y alumnos la importancia de ayudarnos mutuamente. Pero que difícil que es.
Pedirle a un niño que de un caramelo a otro y el quedarse sin nada, pobrecito. ¿Quien lo hace?. Lo malo de esto es que hay niños que con ese caramelo, ese puñado de arroz, ese vaso de leche... le salvaría de la desnutrición y podría solamente vivir.
Creo que la sociedad esta más a gusto con los ojos cerrados, así no entra el polvo; lo malo es que cuando los abres entra el polvo pero también salen muchas lágrimas. Lágrimas de compasión, de sufrimiento, de impotencia... pero también de súplica para que estos niños no sufran y encuentren un futuro que por ahora no tienen.
Me quedo mal un día como estos, muy mal, pero a la vez se que mañana me levantaré con muchísima más fuerza para luchar con mis retos y ayudar al máximo con estos niños. Yo me quito de lo mío para darlo a los demás, seguramente no todo lo que podría, pero se que una persona sola no puede cambiar el mundo, pero si entre muchas personas.
Y en estos días estoy intentando recaudar fondos para los niños de ACTAYS. En el siguiente vídeo os enseño como podéis hacer vuestras donaciones si lo creéis oportuno. No se trata de dar más que los demás, de quitártelo todo... pero seguro que 1€, o un poco más, podríamos dar a estos niños para que tengan un futuro. Me hacen daño cuando veo sus ojos mirándome, pero más sufriré si pobrecitos los cierran. La semana que viene voy a sufrir mucho con el reto 4 400 40, pero vuestra lucha por vivir es la que llena mi motor de energía para conseguirlo.
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