Comenzamos una semana que por fin va a ser más tranquilita. El sábado voy a participar en la Maratón de Montaña del Montdúver, y cuantas ganas tenía de poder volver a la montaña, y por ello habrá que descansar un poco más.
Estas últimas semanas por fin he podido correr sin apenas molestias ni dolores, llegando la semana pasada a acumular 41,5km en tres sesiones, y encima con muy buenos ritmos para mi y para lo poco que llevo corriendo otra vez con regularidad.
Afronto la maratón con muchas ganas, pero también con mucho respeto. Aunque la mente y el cuerpo están preparados de sobra para esta prueba, siempre tengo el respeto y el miedo, ya que se trata de una distancia considerable y encima con un desnivel positivo bastante alto. Pero lo afronto como el estar un día en la montaña, disfrutando con ella, respetándola y escuchándola.
Lo difícil este año será el hacer tiradas largas con la bici. El horario en el instituto no me ayuda a ello, y menos aún el horario solar. Pero intentaré buscar aunque sea un día para hacer todos los kilómetros posibles entre semana y los sábados me tocará hacer las tiradas más largas.
¿Y nadar?. Pues se complica la cosa. Este año me tocará hacer ingeniería de gestión del tiempo para poder abarcarlo todo. Lo más claro que tengo es que el tiempo a mis hijos es el único que no me puedo quitar.
Y como no mis sueños continúan. Este año voy a intentar regalarme para mi cumpleaños una cosa muy muy especial. Una cosa que... Bueno, a ver si sale y esta semana os cuento.
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