viernes, 7 de noviembre de 2014

A POR LA MARATÓN

Pues mañana nos toca calzarnos otra vez las zapatillas y ponernos la mochila, y vamos nada más y nada menos que a por una maratón.

No he entrenado nada en la montaña, pero tengo ganas de estar en contacto con ella durante un día. No se como explicar que para mi lo de menos es la distancia, sino lo que tengo ganas es de pasar horas en ella.

Mañana va a ser un día duro, las subidas son muy exigentes, y sobretodo la última bajada va a poner al límite a nuestra musculatura. Pero tengo muchas ganas de estar allí sufriendo, pero sobretodo disfrutando.

La cima del Mondúber nos espera, va a ser la dificultad más grande de la maratón, y se sube por uno de los senderos más duros para acceder a él. Pero las vistas valen la pena, incluso si hace buen día se puede llegar a ver la isla de Ibiza.

Espero que el ambiente de espectadores esté a la altura de la prueba, y como no ayudarnos a todos los participantes en la maratón, pero también a todos los más valientes que afrontaran el Ultra de 82km. 

Hoy por hoy no estoy preparado para otro ultra, pero las piernas y las sensaciones cada vez van mejor, por eso espero el año que viene volveré a plantearme hacer un ultra de más de 100km.

Tengo más que una espinita, una astilla muy grande clavada por el abandono del año pasado en el Ultra trail de Castelló al Penyagolosa. El tener que abandonar al poco de empezar por la fiebre y los temblores no me gusto nada, y durante ese día supe por que nos exigen que llevemos una manta térmica, yo la utilice y mucho.

Mañana vamos más que a por un reto a por un día de relajación. Un día para estar conmigo mismo, solo sufriendo, esforzándome; pero sobretodo haciendo lo que me gusta.

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