Un buen fin de semana este pasado con la bicicleta. Aunque no lo comencé con toda la fuerza que hubiera decidido y ganas, pero la verdad es que no ha estado mal. El cuerpo al 75% no se si llegaría pero aún he disfrutado.
Pero lo que más me gustó fue el sábado volver a las Brevets después de 4 años. ¿Y que son las brevets?
Las brevets son etapas de ciclismo de gran fondo (mínimo 200 km), no competitivas, que se realizan en carreteras abiertas al tráfico, y que se han de completar en un tiempo máximo prefijado. Las distancias a cubrir en las brevets son: 200, 300, 400, 600 y 1.000 km, así como los 1.200 km de las superbrevets. El objetivo que persiguen estas brevets es adquirir un gran fondo para poder participar en cualquiera de las randonnées que existen, siendo la clásica París-Brest-París (1.200 km), la reina de todas ellas.
El año de la celebración de la PBP (París-Brest-París), MGM (Madrid-Gijón-Madrid), o cualquier otra, la organización exige haber completado en ese mismo año las brevets de 200, 300, 400 y 600 km para poder participar.
Las brevets están definidas expresamente como “excursión personal” (no son carreras ni tampoco marchas), en las que predominará una total autosuficiencia del participante, quedando prohibido recibir asistencia fuera de los puntos de control establecidos. Las normas de tráfico deben respetarse estríctamente y son de uso obligatorio el casco, luces delantera y trasera y prendas reflectantes. Los tiempos máximos para realizar las brevets son:
- Para la de 200 kilómetros: 13h30min
- Para la de 300 kilómetros: 20h00min
- Para la de 400 kilómetros: 27h00min
- Para la de 600 kilómetros: 40h00min
- Para la de 1000 kilómetros: 75h00min
- Para la de 1200 kilómetros: 90h00min
Y el randonneur es el nombre que recibe el participante en cada una de estas pruebas. Y a mi personalmente me encantan estas pruebas, sin clasificación, en las cuales lo único que importa es disfrutar y terminar.
En este mes y medio próximo que viene por delante tengo previsto participar también en la de 300km, 400km y luego participar en una prueba que la tengo ya mucho tiempo en la cabeza, la Barcelona-Perpiña-Barcelona de 600km.
Pero el sábado tocó la de 200k. Un recorrido bonito, sobretodo la mitad y el final que transcurrían por el Parque Natural de la Sierra Calderona.
Al principio salimos tranquilos, cosa que agradecí ya que no me encontraba del todo bien; pero una vez pasado Sagunto ya comenzaron a augmentar el ritmo hasta Betxí. Esta zona aproveche para ir a rueda y no desgastar, aunque los de delante iban como motos. Primeros casi 50 kilómetros y llegamos al primer control a una media de más de 33km/h.
Allí decido salir delante en solitario, ya que si que pronto me volvería a coger el grupo delantero y volvería a rodar con ellos. Así pues en Villavieja ya estava con todos. Aquí comenzaba la constante subida que nos llevaría hasta Altura para empezar el puerto del día. En esta zona si que estuve relevando con un compañero durante todo el recorrido. Por fin el cuerpo se estaba poniendo un poco hasta el sitio. Pero a partir de Altura, cuando empezaba el puerto de la Chirivilla, decidí coger mi ritmo más tranquilito, en Gátova teníamos el almuerzo pero ya había decidido no parar y seguir adelante.
Y así fue, cuando llegué al control de Gatova en el km 108, los compañeros que íbamos en el primer grupo decidieron para a almorzar. Yo por mi parte, decidí seguir adelante en solitario. Esto no es ninguna competición, ni se valora quien termina antes o después, pero el ir en solitario también me valdría para ir preparando las brevets que vienen por delante, sobre todo la de 600km. Así pues, me tiré hacia abajo en dirección Líria y después Pedralba, donde teníamos el tercer punto de control situado en el km 144. Un viento fuerte sopló en contra durante todo este tramo, pero al menos el terreno era favorable. Pero la recompensa es que la vuelta hasta Massamagrell sería aire a favor.
Una vez sellado el control me dirigí para afrontar los poco más de 50km que quedaban. De camino a Llíria me encontré de cara al grupo que venía por detrás, pero ya sabía que iría hasta el final sólo, ya que el ritmo que llevaba era muy alto, y aunque los demás fueran más fuerte era muy complicado el recuperar ese tiempo de la parada del almuerzo.
Y después de 6h 34'16'' y 197,5km estaba de vuelta en Massamagrell sellando en el libro de ruta mi llegada.
Me volvió a encantar el modo Randonneur, me gusta más esto que la competición, lo veo más como un reto y una competición contra uno mismo y no contra los demás. Y lo más importante, da igual el tiempo que tardes en hacerlo, lo importante es el haberlo realizado.
En dos semanas vamos a por la brevet de 300km. Y próximamente os cuento mi aventura en la marcha de btt del domingo en Alcúdia. Me gustaron cosas, pero muchas otras no me gustaron nada.
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