miércoles, 13 de diciembre de 2017

LA PURITO. BIENVENIDO AL INFIERNO

La PURITO. Creo que es de lo mejor que he podido realizar este 2017. Una carrera excepcional, pero sobretodo que me permitió estar una semana en Andorra disfrutando con mi mujer y mis peques.

Y no sólo fue mi bici a la Purito, sino que fueron dos las que viajaron, ya que mi peque, el mayor, participó por primera vez en una prueba de bicicleta en la Purito Kids.

Con pocas palabras se puede describir la sensación de ver vestido a mi niño como yo y encima de la bicicleta. Muchos nervios de que no le pasara nada, pero sobretodo mucha ilusión de que participara por que el quería y no por insistirle yo. Pero lo mejor vino al final:

- Papi, a la otra parte del circuito hay una tienda de juguetes, ¿¡vamos!? .

Aún me recuerda a día de hoy que el año que viene tenemos que hacer la Purito Kids para ir a la tienda.

Pero el domingo ya toco nuestra Purito. 6 de agosto, pero Andorra nos tenía preparada una tormenta de las que no estamos acostumbrados. Toda la noche con unos truenos y relámpagos impresionantes. Literalmente se hacía de día. Y toda la noche igual. Encima yo estaba en Arinsal y para la salida tenía que bajar hasta Sant Julià de Lòira. Casi 20km con la que estaba cayendo y teniendo que bajar a la salida pensaba que no era lo más sensato que se podía hacer.

A las 6:00h el teléfono ya tirando humo. Encima la dificultad de hablar con mis amigos por la caída de alguna red telefónica. Toda una odisea para decidir si íbamos o no. 

Al final, y sin poder apenas desayunar, les digo que nos vemos en Escaldes, donde habíamos quedado, y que ya veríamos lo que pasaba. Yo tenía más de 10 km hasta allí y no podía esperar tanto, y si decidíamos no salir ya me quedaba en su hotel.

Buf. Un palmo de agua en la carretera, con llovizna, con temperaturas bajitas, los pies super mojados y sin apenas haber podido desayunar. No era lo mejor para una marcha de estas características, pero había que estar allí en la línea de salida. Al final no encontré a mis amigos y decidí que me iba a la salida, ya nos veríamos allí.

Al llegar pronto me pongo por delante para ver si llegan ellos. Y nada. Dan la salida y decido esperarme allí quieto a ver si pasan. Y si estaban delante, pues ya intentaría llegar a ellos. Pero al final los veo y comenzamos esta magnífica marcha.

En nada comenzamos ya los primeros puertos. Nos esperaban uno de 2ª, cuatro de 1ª y uno de categoría especial. Casi nada. Decido ir subiendo con Jose, ya que como habíamos decidido hacerla todos juntos creí mejor ir a su ritmo y mantener el cuerpo siempre activo, aunque al llevar el 28 detrás al final pagué el ir demasiado atrancado.

Entre risas, fotos y vídeos subimos los dos la Collada de Beixialis y de inmediato el Coll d'Ordino. Espectaculares las vistas, pero también disfrutando de las bajadas, muy complicadas y encima con el asfalto mojado y algunos tramos incluso con la presencia de los bomberos por desprendimientos.

En la subida a Ordino me puse a hablar con otros participantes de las brevets, la París-Brest-París y de la ultradistancia. Así se hacían mucho más cortas estas largas subidas.

Y vuelta a Sant Julià para comenzar el tercer puerto, el Alt de la Rabassa. En este Jose comenzó a tener un ritmo menor, pero decidí quedarme con él hasta unos kilómetros del final, donde decidí ir para delante para coger un poco de ritmo. En la cima Jose decidió que no seguiría el recorrido y que se iría al hotel. Para mi una buena decisión, porque aunque aún estaba bien, el ritmo y la dureza del final le hubieran llevado a un sobre esfuerzo brutal.

A partir de aquí ya partimos el resto de los compañeros, Jose Rios, Enrique, Machi y Jonny. Espectacular la bajadda de la Rabassa que nos llevaba directamente al infierno, al puerto de el Coll de la Gallina.

Madre mía, valla puerto, cuando ya estas cansado de subir y tus piernas te dicen que quieren descansar te encuentras el cartel: BIENVENIDO AL INFIERNO. Y verdad que es. 4km duríiiiisimos que me llevaron a la cima descompuesto de energías. A la otra  no iré con un 28 detrás, seguro.

Y allí estaban esperándome para la foto en el monumento conmemorativo a Joaquim Rodriguez "Purito"; pero me costó hasta subir a pie. Valla como llegué de deshecho a la cima.

¿Después de subir? Pues en la Purito sólo te queda que bajar. Y menuda bajada, larga y peligrosa; y encima Quique que se iba gustando delante del grupo. Pero a la vez las vistas son espectaculares. Pienso que es una ruta para hacerla por partes y con más tranquilidad. Pero además, Andorra te permite el planificarte como quieras las rutas por su número tan elevado de puertos que tiene, y muchos de ellos muy duros.

Y ya de ahí, a meta. "Sólo" dos puertos, el Alt de la Comella, corto pero intenso; y para terminar Els Cortals d'Encamp, largo pero muuuuy duro. Uf, cuanto me costó llegar a la cima. El cuerpo ya no daba más y la cadencia era bajísima. Encima Quique, que lo conocía, nos comentó que la segunda parte era menos dura; pero a esa parte creo que no llegamos. Muy duro hasta el final. Pero la recompensa de ver a mis peques y todos los amigos allí estaba cerca.

Finalmente llegada a meta y a contar todas las batallitas. Duespués tocó la bajada por el funicular, y como no por la noche una muy buena cena con toda la familia y los amigos.


Me encantó el formato de no estar controlada en tiempo, sino más bien una excursión personal, en
la que cada cual podía decidir si la hacía toda, o en parte; dejando sólo el cronometraje para dos de los puertos de montaña.

Una marcha 100% recomendable pero dándole mucho respeto al recorrido, ya que es muy exigente y duro. El año que viene intentaré estar otra vez en la Purito y mis peques en la Purito Kids.

Andorra es única y me enamoró una vez más. Su naturaleza, sus montañas y sus parajes son excepcionales. Y si quieres más masificación de gente te puedes ir a las tiendas. Aunque yo me quedo con la montaña y la tranquilidad de lo alto de sus cumbres.

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