Estas últimas semanas estoy disfrutando como un niño con los entrenamientos. Y de verdad que como un niño, como mi niño que nació ahora hace un mes. Al poder coger los permisos por el nacimiento, me esta permitiendo poder disfrutar de mis hijos, de mi familia y del deporte.
Y lo mejor es que la palabra monotonía me desaparece del vocabulario.
Y aunque parezca que esta programación me tenía que llevar a la monotonía a sido completamente al revés.
En cuanto a la nutrición he cambiado por completo mis hábitos alimenticios, y esto me ayuda también a que mis hijos puedan coger unos hábitos mucho mejor. Además me siento mucho mejor con toda la planificación de Andrea. Aunque hay que decir la verdad, y muchas veces el plan de alimentación no lo puedo seguir a rajatabla, pero los hábitos ya los tengo. Tengo aquí una asignatura pendiente con Andrea.
La parte espectacular a sido la deportiva. Una programación debería llevar a una monotonía, pero ha sido al revés. No hay días igual, cada entrenamiento es diferente al anterior... y sobretodo se adaptan a lo que yo le pido a Rubén; y yo me adapto a lo que me pide él.
Lo aconsejo al 100% el poder disponer de una planificación, pero sobretodo con personal del más alto nivel, tanto deportivo, como en formación. Y por que no, si a esto le sumas la amistad, el cóctel que podéis es impresionante.
Solo puedo decir que gracias a Andrea, Rubén, y todo el equipo de SANUS VITAE por ayudarnos a todos los deportistas que tenéis en vuestras manos a conseguir nuestros objetivos, y en mi caso mis sueños.
Y como le dije el primer día a Rubén voy a terminar esta entrada en mi Blog:
"No busco ir más deprisa,
quiero llegar más lejos,
pero se que de esta forma,
llegaré más rápido".