martes, 29 de julio de 2014

XIII BAIXADA DEL RENAIXEMENT - ¿CUNDE MÁS DE LO QUE CUESTA?


El pasado sábado tuve el gusto de participar en la XIII Baixada del Renaixement, se trata de una travesía a nado que une las localidades de Xerta y de Tortosa, nadando por el río Ebro una distància total de 12,5 kilómetros.



Esta travesía, como muchas cosas de las que hago, las leí hace ya mucho tiempo. Son sueños y pruebas que ves que algún día te gustaría realizar, pero que las ves muy lejos de tus posibilidades. Pero ya hace un tiempo que he aprendido que si quieres una cosa y luchas por ella puedes llegar a conseguirla.


A priori no parece un prueba de las más duras, ya que la travesía discurre por una zona del Ebro con una buena corriente y esto la hace más llevadera.

Una de las cosas que no me gusta últimamente es la falta de nervios antes de una prueba de esta envergadura. Les tengo mucho respeto, pero les he perdido el miedo. En parte es bueno, pero el estar relajado y saber con tanta certeza que estás capacitado para hacerlo a veces no me gusta. Y quizás este sea el por que de que vaya buscando cosas cada vez más largas y duras; para volver a pasar esos nervios y esas dudas.
Empezamos con la recogida del xip y el marcaje. Que decir lo diferente que son los materiales que hacen falta para esto que para un triatlón. Gafas, gorro, bañador y a nadar. 

En poco estamos ya en la charla técnica. Nos explican por donde debemos ir, y también nos aclara que este año el caudal del río está más bajo y esto hará que la travesía sea más lenta. También nos advierten del peligro de quedarnos varados si no seguimos la zona del canal, ya que hay zonas con muy poca agua.

Pues esto va a empezar. Decido hacerlo por detrás, la lucha de ir delante es para los nadadores. Cuando aún estoy a 50 metros de la salida, pero ya dentro del agua, moooooc. Pos bién, ya empezamos detrás que era lo que quería.

A partir de aquí a tirar. Este último mes me he notado bien en la técnica y en las brazadas, y esta travesía es ideal para ello. La travesía fue difícil porque no sabías por donde ir, hay zonas del río muy anchas y no sabes si ir por la derecha o por la izquierda, esto hace que constantemente tengas que ir sacando la cabeza. Además no te puedes despistar, ya que debido a la alta velocidad a la que nadamos cuando te das cuenta has avanzado muchísimo. En muchos tramos también sufrimos el viento de cara, el cual te dificulta mucho para nadar; y en alguna zona remolinos de agua que no tienes ni idea de por qué están ahí.

Esta sensación de velocidad era enorme en las zonas donde veíamos el fondo del río. El fondo con piedras y veías que pasabas muy rápido. Pero también en muchas zonas si bajabas demasiado el brazo tocabas fondo, pero mejor para mantener la técnica.


Intente ir toda la travesía detrás de alguien, pero fue difícil, aún y así siempre debías de buscar la línea de los de delante.

Toda la travesía la hice tirando fuerte, pero el final me decidí hacerlo a tope, o me esforzaba o acabaría como si nada. El problema es que no sabes por donde vas, cuando te queda... hasta que ves la ciudad de Tortosa. Espectacular esta vista. Ver el margen de piedra de la ciudad y tu nadando por allí debajo, aunque con miedo a los puentes, la corriente es fuerte y si te encantas te vas a por ellos.

Al final, muy cansado conseguí terminar en 2 horas 2 minutos 42 segundos. Aunque parezca una travesía muy asequible por el tiempo en el que se hacen los 12,5 kilómetros, y así es, hay que tenerle mucho respeto. Es dura. Siempre como todo:

"El límite no está en la distancia, está en la intensidad"

Muy contento por conseguir otro reto, y otra ilusión o sueño que tenía. Hay que seguir buscando lo desconocido.

Muchas gracias a mi familia que siempre esta conmigo. Es un placer estar con ellos antes de la salida, y como no, en la llegada.




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