jueves, 26 de junio de 2014

QUEBRANTAHUESOS. ESFUERZO, DUREZA y SATISFACCIÓN

Para rematar este primer medio año, el pasado sábado 21 tocaba participar en la Que
brantahuesos.

La verdad es que no lo tenía en los planes a principio de la temporada, pero por casualidad, entrenando las largas tiradas para la Mediterranean Extrem y el CV Extrem, POLAR lanzó el reto. Los 10 usuarios de la marca que más calorías quemaran en un mes formarían parte del POLAR TEAM en la Quebrantahuesos. La verdad es que siguiendo con la rutina de entrenamientos que llevaba me bastó para acabar el reto en cuarta posición, y así me gané la plaza para la Quebrantahuesos.

Y ¿por que no estaba dentro de los planes?. Un amigo mio se casaba el mismo día por la tarde, por lo que al cruzar la línea de meta tuve que subir al coche y casi 500km para llegar a hora de la ceremonia. Gracias a mi hermano Jordi que hizo de taxista a la ida y a la vuelta pude acudir a todo. 

El viernes por la tarde tuvimos la foto oficial del POLAR TEAM, en la carpa de POLAR. Todo un placer conocer a la gente que trabaja con en la marca y a los Ambassadors que acudieron allí. Nos obsequiaron con el maillot en el cual competimos el sábado, foto en el stand y posteriormente una bolsa repleta de productos POWERBAR para el avituallamiento durante la prueba, y foto en su stand. Así da gusto ir a los sitios, y encima teníamos cajón para el día siguiente en la salida.

El sábado estaba mentalizado para sufrir. La verdad es que no tenía ni idea de como tenía el cuerpo. Las semanas anteriores había visto que estaba muy bien y con buenas sensaciones, pero a menos de un mes de acabar el IRONMAN no sabía como respondería el cuerpo.

La salida impresionante. Más de 8500 ciclistas a la vez. Espectacular. Cuando los primeros llevaban 30km aún había gente pasando por la salida. Yo por suerte salía el 2500 más o menos. Una locura de salida. Sin calentar y te tienes que poner a 40 45 km/h para seguir el ritmo. Pero este año iba a sufrir hasta Canfranc, allí ya cogería mi ritmo.


La subida al Somport fue rapidísima, y pronto ya rebase a un par de compañeros del Club Ciclista Guadassuar. Una vez arriba me esperaba mi hermano para darme dos botellines de agua, y sobre todo una cosa que el no sabe, la falta que hacen los ánimos un día así, muchas gracias. Esto me permitió no parar en el avituallamiento del Somport y lanzarme hacia Escot a todo lo que podía.

Madre mía que bajada. Arriesgue todo lo que pude, pero con miedo. A más de 70 km/h la mayor parte de la bajada si tienes algún error o algún problema puede ser peligroso. Pero también hacia abajo se lucha contra el reloj. Una vez en el llano formamos un grupo de unos 15 y pronto atrapamos a un grupo mayor donde nos juntamos cerca de 100 participantes. Poco a poco, veo a dos compañeros del Club pero voy poniéndome delante del grupo para afrontar las primeras rampas del Marie Blanque en cabeza.

Una vez abajo, vacío un bidón de agua y a por el puerto. La verdad que lo subí muy bien, pero el final es durísimo. 4 km con rampas por encima del 11% se hacen durísimas. Pero a eso habíamos venido, a sufrir. En la subida oigo a un compañero que dice que no parará en el avituallamiento y que intentará llegar hasta el del principio del Portalet. Decido hacer lo mismo, aunque al final pagué esto por no poder beber todo lo que debía antes de este avituallamiento. Mientras tanto voy oyendo a la gente:

- ¿Hoy que harás? ¿Bajarás de las 6 horas 30 min?
- No se, creo que no podré.
- Pues yo voy a intentarlo.

Madre, y yo con esta gente. Mi idea eran las 7 horas, o sea que iba muy bien.

Bajada otra vez muy rápida y en poco ya estábamos afrontando el Portalet, con sus 27km de subida. Me pongo en cabeza del grupo para empezar y poner ritmo, pero ya pronto voy viendo que el cuerpo no está igual. Al poco me pasa mi compañero del Club Ciclista Guadassuar Rafa, yo lo había pasado en el avituallamiento del Marie Blanque. Hacemos algún kilómetro juntos pero veo que ese no es mi ritmo. Se hizo dura la subida y poco a poco las fuerzas se iban yendo. Al final del Portalet sufrí mucho y ya iba pedalendo mareado encima de la bicicleta. Pero había que sufrir hasta arriba, a partir de allí ya era la mayoría hacia abajo. 2 km antes de coronar me pasó el gran Jose Ríos, muy buen compañero y mejor persona.

Una vez arriba ya note que había petado. Las piernas me temblaban y apenas podía bajar. Paro en el avituallamiento para beber pero ya estoy fatal. Sigo bajando, pero sin poder ir rápido, me duelen las piernas, la cabeza esta fatal y empiezan a cogerme las rampas.

Empiezo la zona antes de la Hoz con las dos piernas completamente enrampadas. Que dolor, pero hay que sufrir. Me lo cojo muy poco a poco sabiendo que después de coronar tendré que intentar ir en un grupo que irán a por todas para bajar de las 7 horas. Subo muy tranquilo y ahora a sufrir hasta meta, ya está todo. ¿Todo? No, este año aún había una sorpresa antes de meta.

Al final llegamos a meta con 7 horas 5min 56seg, pero sobretodo con la satisfacción de haber hecho una muy digna prueba, que algún día podré mejorar si la entreno, pero que tengo que estar muy contento del resultado.

No busco los resultados ni luchar contra el tiempo, 
busco luchar contra mi mismo y vencerme a mi, 
busco superarme día a día y ser mejor.
No se donde está la meta ni el final,
por eso lo busco, 
aunque no se si lo encontraré.

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