sábado, 12 de mayo de 2018

MALLORCA 312. COMO PARA NO VOLVER

Seguir cumpliendo sueños. Así calificaría mi participación el pasado 28 de abril en la Mallorca312. Hace muchos años que pensaba en ella, y este ha sido el que he podido disfrutarla. 

Aunque ahora no se da la vuelta a toda la isla, el recorrido me parece perfecto. Y la verdad es que se ha quedado un muy bonito reto por delante de dar la vuelta a toda la isla NonStop, que serían casi 500km. Pero eso será más adelante.

Lo mejor de todo, que pude disfrutar de unos días con mi familia en la magnífica isla de Mallorca. Trabajé en Ibiza y visité Formentera, pero nunca había estado en Mallorca; por lo que falta muy pronto Menorca.

312km me esperaban por delante, y sabía que no iban a ser fáciles. No llegaba a una semana que había realizado las 12h de Madform de Montmeló, alcanzando los 339km y unos 4.600m positivos, por lo que sabía que mi cuerpo, aunque me lo notaba bién, iba a pagar ese esfuerzo. Pero la idea estaba clara, veníamos a hacer otro buen entrenamiento con cansancio, que si nos recupera el cuerpo nos irá muy bien para la Copa de España de UltraCiclismo, que se disputará a final de mes en Oropesa con el Desafío Titánico.

Espectacular el ambientazo el día antes. Pero lo de la salida es alucinante, con 8.000 participantes buscando sitio colocarse para la salida, y en la que van todos a una, los de las diferentes distancias, 165km, 225km y la renina, la 312km. Creo que fué lo que menos me gusto, mucha gente, muchas distancias y muchos niveles; creo que mejoraría mucho el inicio con una salida con cajones tipo la Quebrantahuesos; al final es lo mismo, pero te da más tranquilidad estar con gente de tu nivel, ya que en este tipo de pruebas la idea de cada cual es diferente.

Pero nada, salida y a full. Madre mía todos a tope; y lo peor es que no sabes por el número de dorsal con los participantes de que distancia estas; así que rapidito pero sin pasarse que esto iba a ser muy largo. 

Y en nada ya comenzábamos a subir, ya que teníamos que atravesar toda la Serra de Tramuntana. Que espectáculo, que barbaridad, que bonito. Creo que es una de las marhcas más bonitas que he pedaleado. Unos parajes impresionantes, que igual parecía que estabas en pleno Pirineos, que de golpe veías todo el Mar a tus pies. Una dualidad muy bonita y espectacular.


Hacia arriba no nos dábamos cuenta, pero pronto comenzó la bajada y es donde te das cuenta de la
importancia de estar toda la carretera, en los dos sentidos, cerrada al tránsito y exclusivamente para nosotros. Es muy seguro, más divertido, y te da más tranquilidad el bajar un puerto de montaña con la tranquilidad de saber que no viene ningún vehículo de cara; así fue que la máxima la marque en 83km/h. Pero todo esto se debe a que estaban los Voluntarios, Protección Civil, Policías Locales, Guardia Civíl  e incluso el Ejército. Se nota que le dan la importancia al ciclismo que se merece y de la repercusión mediática, pero sobretodo el impacto económico que le da a la zona los más de 8.000 participantes de todo el Mundo que vienen a pasar unos días con sus famílias.

Una de las cosas que más me impactaron fue la bajada a Sóller. Ver esas montañas tan imponentes rodeando la pequeña ciudad, y todo ello con la presencia de mar a sus pies. Pero a su vez esta zona era muy dura en contínuo sube/baja que mi cuerpo ya lo estaba notando. Sabía que mi cuerpo no estaba recuperado, pero ya llegaría mi momento pájara para superarlo.


Que larga que fue la llegada a Andratx, donde se daba la vuelta, pero que dura la zona hasta llegar a la zona rápida donde había que volar hasta el km 210. Y aquí sabía que iba a sufrir de lo lindo. Comenzamos a doblar a participantes de la 156km, después de terminar nuestro bucle. Pero me costaba mucho ir en grupo, estaban los de la 225km tirando a tope por que les quedaba menos, pero mi cuerpo no tenía ganas de tanto.

Finalmente antes del desvío nuestro de la 312 me descuelgo y decido ir sólo a mi ritmo. Y me viene el momento de inspiración y a volar. Me encuentro de repente muy bien, con muchas ganas, paso el cruce de la 225 y afronto los 90k restantes con muchas ganas.


Pero pronto vuelvo a la realidad. Mi cuerpo ya no tiene ganas de más. El desgaste de la semana anterior me esta pasando factura, y encima a la zona es un continuo sube/baja que te desgasta muchísimo. El paisaje cambia y la verdad es que no ayuda demasiado, y encima ya me cuesta muchísimo seguirles cuando me pasa algún grupo. Así llego al penúltimo avituallamiento, donde estando en él me encuentro con que llega Purito a los pocos minutos de llegar yo. Intento recuperar fuerzas, que se que no voy a tener y salgo sólo.


En nada me adelanta Purito en un grupo y me dice Vamoonoooos. Pero no es que me paso ese grupo, de ahí a meta me pasaron casi 400 participantes, en un periodo de 50km. Mi cuerpo no tenía ganas y se habían acabado las fuerzas; pero mi experiencia me llevaron a mi ritmo hasta meta. No venía a hacer tiempo, no venía buscar una posición, venía a sufrir de lo lindo, y lo estaba haciendo. Fue muy duro el llegar hasta Artá, pero sabía que cuando llegaba allí me quedaría poco para ver a mi mujer y mis hijos, que estaban a 8km de meta. Momentos muy duros, en los que te haces muchas preguntas, en el que buscas muchos por ques; pero de los que te hacen fuerte para las próximas batallas.


Y sorpresa en el avituallamiento de Artá. Valla ambiente más espectacular, lleno de gente i cervezaaaaa para los ciclistas. Puf, pero llego y lo único que quiero es bajar de la bici, sentarme, refresco y comer algo. Me queda lo último. Pero no podía hacer el feo. Tenía que tomarme esa cerveza con toda esa gente y aficionados volcados en todos nosotros. Y la verdad es que me sentó genial. De ahí ya la próxima parada era ver a mis peques. Y en nada llegué a ellos. Mi mujer me pregunta si voy a parar; y como no, el tiempo es para disfrutarlo, y esos segundos con ellos y verlos la alegría en sus rostros y aplaudiendo a su padre no tiene precio. Espero que de mayor cojan la mayoría de mis hábitos y aprendan como se consiguen las cosas. Intentaré ser un ejemplo y un espejo donde se puedan reflejar.

Vuelvo enseguida o no cenamos. Rápido a meta para volver otros 8km atrás y a cenar que a las 21:00h cierran el restaurante; es lo que tiene que los hoteles se adapten a los horarios europeos.

Disfruté y sufrí muchísimo estos 312km (más 18km de ida y vuelta al hotel). Pensaba y decía que la que vale más la pena es la 225; pero escribiendo estas líneas estoy convencido que volvería a hacer la 312. Ambiente, organización, cuidado al ciclista, seguridad... y sobretodo mi familia. Como para pensar en no volver a la Mallorca312.

lunes, 7 de mayo de 2018

LO QUE EMPIEZA MAL. 12h MADFORM BICIRCUIT

Las cosas no son como empiezan, si no como terminan. Y menos mal, porque todo lo sucedido antes de comenzar las #12hrs me llevó a un estado de nervios que no sabía que pasaría.

Pero el día comenzó a las 3:00h de la madrugada. Coger el coche y antes de las 8:00h teníamos que estar en el #CircuitBarcelona Montmeló para recoger el dorsal. Aunque yo no empezaba hasta las 22:00h, los compañeros de las 24h a las 10:00h tenían la salida, por lo que nos tenemos que ceñir a sus horarios. Nosotros hacemos la segunda mitad de las #24hrs.

Recogida de dorsal y documentación y a Barcelona a hacer una pequeña ruta turística a mi padre que me acompañaba a la prueba. Y a las 12:00h ya estaba en la habitación del hotel. Al ser por la noche repetí las cosas que me salieron bien del año anterior, y una de ellas era estar durmiendo, o al menos acostado en la cama hasta 3 horas antes de la prueba.

Y a las 20:00h ya nos fuimos otra vez hacia el circuito para prepararlo todo con tranquilidad. Mi padre me acompañaba, pero toda la asistencia me la tenía que hacer yo, por lo que quería tenerlo todo al sitio para estar lo más tranquilo posible.

Pero cuando fui a sacar la bici me doy cuenta que la rueda trasera estaba pinchada; pero no pasa nada, hay tiempo para cambiar la cámara y con tranquilidad seguir.

¿Tiempo? Más de una hora peleando con la rueda ya que la cubierta no talonaba, por lo que se quedaba en un punto una abolladura que cuando rodabas parecía que ibas por la montaña. Y encima rompí la bomba de inflar; pero ni hinchando al tope la podía hacer ir al sitio. Valla nervios y impotencia, era una locura salir así a pista. Pero no tenía tiempo para más, me aplique una de las frases que utilizo "Cuando un problema tiene solución, tranquilo que tiene solución; cuando no tiene solución, tranquilo que no tiene solución". Y como no tenía solución, con a penas tiempo para poder prepararme me dispuse a comenzar y ya veríamos lo que pasaba,.

Todo listo, y llegaron Miguel Ángel y Víctor, capos de #Madform para llevarnos al punto de salida en la curva de La Caixa. La rueda no iba nada bien; pero ya no había tiempo para pensar en ello.



Y la táctica estaba clara, Full Gas desde el principio y a ver el nivel de los compañeros; posteriormente intentar ir cogiendo vueltas lo antes posible para poder gestionar el tiempo lo máximo posible.

A las 22:00h comenzamos y a tope. Salí fuerte y pronto cogí un grupo de las 24h que venían y con ellos hice las primeras horas. Se trataba de ir viendo los dorsales que competían conmigo. Pero no es nada fácil, durante la noche, no sabes si vienen detrás, si les doblas; al menos lo único que sabía era que no iban delante. 

Pasaron un par de horas y creía que ya les había doblado al menos una vez. Pero en estas pruebas ninguna diferencia es suficiente, ya que con cualquier imprevisto se te puede escapar toda la ventaja que hayas podido conseguir. Pero me encontraba muy bien con los diferentes grupos, y escuchando a muchos que llevaban el pinganillo de sus equipos, circulé durante mucho tiempo en los grupos más rápidos del circuito.

Pero a destacar un tándem de una pareja de USA. Cuando el circuito se empinaba iban más tranquilos, pero hacia abajo y en llano iban muuuy rápido. Molaba porque te relajabas en las subidas y después siguiéndoles la estela avanzabas muchísimo. 

Y  es que el circuito de Montmeló es muy duro. Dos subidas largas y duras, y la Curva de la Caixa que como van avanzando las vueltas se hace cada vez más dura. Pero también tiene la chicane antes de recta de meta que te hace no despistarte en ningún momento y divertirte.

Así pues, fueron pasando las horas, y aunque la rueda seguía igual (al menos seguía igual) con las bajadas temblando mucho, y en llano y subidas la molestia que se sumaba al cansancio; siguieron pasando los kilómetros y vueltas de esta larga noche.

Las últimas horas de carrera ya sabía que la primera posición en la categoría Solo era mía, aunque hasta la última hora no podía relajarme nada. Pero al final si que decidí bajar el ritmo e ir más suave. Cuando terminase tenía que coger yo el coche y conducir los 400km de vuelta a casa.

Lo más positivo es que mejoramos la distancia del año anterior y también las sensaciones. Pero la próxima prueba en circuito, en las 24h de Cheste, serán otra cosa. Ahí estaré con los mejores de España, y siempre con las sorpresas del resto del Mundo, y las cosas no serán tan cómodas. Este año me encuentro mejor, pero en estas pruebas dependes de muchísimos factores que te pueden llevar al traste toda la preparación. Y una de las cosas que aún no tengo claras es como corregir el frío por la noche. En Montmeló volví a sufrir, pero al ser las paradas muy cortas no tuve tanto problema. Habrá que ver la táctica para Cheste y que no se repita lo del año pasado.

¿Y el final?, pues el deseado. La semana anterior mi entrenador Rubén Gadea me preguntó por el objetivo y le dije que competir y ganar. Así lo hice, por lo que tengo que estar muy contento por el resultado; pero le doy la importancia relativa que tiene. También me quedo con la imagen de ver a mi padre viendo a uno de sus hijos encima del pódium, y en la primera posición, del Circuito de Montmeló; todo ello después de vivir los problemas previos y todo el esfuerzo y sacrificio que hay en una prueba de este tipo.

Con ganas de más me quedo, y de estar al máximo nivel en el Desafío Titánico, prueba de al Copa de España de Ultra Ciclismo, donde en esta ocasión en Dúo, intentaré estar a la altura de mi compañero Jose Ríos y poder hacerlo lo mejor posible.

Gracias a toda la #familia Madform por hacerme sentir en casa y tan querido otra vez; y en especial a Miguel Ángel y a Víctor. También a Marc, y a todos los amigos que están allí y que a la vez vas consiguiendo.

El año que viene repetiremos en Montmeló. ¿12h o 24?.